Aceptó Cargos por feminicidio agravado habitante de calle que mató y descuartizó a una ibaguereña.

Rafael Arturo Ochoa Rivera fue capturado hace pocos días dado que las autoridades le señalaban de ser el responsable del feminicidio de Yeimy Shirley González Huertas, una ibaguereña qué fue asesinada desmembrada y lanzada a las aguas de la quebrada Doña María, en Itagüí.

Lo último que se conoció sobre este caso es que el hombre aceptó los cargos por el delito de feminicidio agravado que le imputó la Fiscalía luego de recopilar abundante material probatorio en su contra.

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Según lo que se dijo en el juzgado primero penal municipal de Itagüí con función de control de garantías, Ochoa Rivera, en medio de una riña, mató usando un arma blanca a la que en esa época era su pareja sentimental, propinándole varias heridas a esta ibaguereña de 36 años de edad y madre de dos niños, quién había llegado al Valle de Aburrá con el objetivo de conseguir trabajo en el área textil en diciembre del 2018.

Según la información oficial que han entregado los entes investigativos, a raíz de varios problemas personales y el no poder conseguir trabajo hicieron que Yeimy cayera en un estado depresivo que a la vez la orilló al mundo de la drogadicción, donde en medio de las calles conoció a quién sería su homicida, Rafael Arturo, con quién inició una relación sentimental.

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El coronel Pablo Ferney Ruiz Garzón, subcomandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, entregó detalles sobre el seguimiento que se realizó a el feminicida conocido con el alias de “Golpe” de 29 años de edad, a quién se le empezó a dar búsqueda desde que el pasado 7 de febrero, día en el que se hallaron partes del cuerpo de Yeimy en este afluente hídrico en Itagüí.

Además de esto, se realizó un trabajo coordinado donde se destacó el trabajo de un Fiscal de la unidad de vida de Medellín, quien gracias a su constancia se pudo esclarecer el feminicidio Jeimy Chirley González Huertas.

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En estos meses fue vital las declaraciones de varios testigos presenciales, los cuales dijeron ante la fiscalía que alias “Golpe” era un celoso compulsivo y que en constantes ocasiones había agredido físicamente a su compañera sentimental, incluso por hechos tan triviales como responderle el saludo a aquellos con los que se encontraba en la calle.

Por el momento avanzan las diligencias judiciales, pero luego de su confesión, Rafael Arturo Ochoa Rivera podría recibir una condena superior a los 30 años de prisión por el delito de feminicidio agravado.