19 Mar 2017 02:12 PM

Así fue el concierto de Ana Gabriel en Ibagué

Alerta
Tolima

La mexicana llegó la tarde del viernes a Ibagué.  Se habían reservado dos pisos del Hotel Sofitel.

La trasladaron en dos camionetas blindadas y con el equipo de seguridad pertenecientes al empresario Henry Escobar. Incluso la cantante de Quién Como Tú exigió que el auto fuera de blindaje cuatro.

Ana Gabriel preguntó al caer la noche por el plato típico de la ciudad. Fue allí cuando los encargados de la logística y el acompañamiento se trasladaron a la lechonería  Eduvina de la avenida Ambalá con 38 y pidieron siete de los mejores platos.

Hizo prueba de sonido a las once de la mañana del sábado.

Como dato curioso: la tarima del concierto necesitó de cuatro tanques gigantes de agua, anclados a cada extremo, para darle estabilidad al montaje, los que fueron llenados a última hora con carrotanques porque en la zona no hay aún ductos de suministro del líquido.

La presentación de Ana Gabriel estaba pactada en el contrato entre las 10 y 12 de la noche. La estrella internacional desde el principio aclaró que ella no trasnocha y que jamás canta después de la media noche.

Sin embargo este concierto en Ibagué fue la excepción debido al factor climático. Sobre las 9 de la noche se desató un fuerte aguacero, cuando se presentaban Leydi Yuliana y Olga Walquiria, lo que hizo correr la programación.

Ana Gabriel arrancó su show a las 11 y cinco minutos de la noche. Llamó la atención el respaldo en tarima de la orquesta: 25 músicos, 11 de ellos mariachis.

Cuando llegaba a la primera hora de su presentación, volvió la lluvia. Aparecieron los plásticos blancos de los vendedores ambulantes.

En medio del diluvio la artista internacional agradeció el profesionalismo de los ingenieros de sonido y vídeo que hicieron posible la continuidad del concierto.

Ella preguntó varias veces al público si querían continuar en medio del agua a lo que sus fans respondieron que sí.

En una de sus intervenciones dijo que era la primera vez que estaba en Ibagué y saludó entre los asistentes a Charlie Zaa, el cantante colombiano nacido en Girardot pero con nexos con Espinal.

Fue emotivo cuando se enfundó un poncho blanco con el lema “Tolima es amor”.

La organización y la logística del evento estuvieron impecables. Cada zona de palcos demarcada, dividida y controlada.

Hubo zona de alfombra roja para los palcos de primera fila, con poltronas blancas que se estrenaron para la ocasión donde se ubicaron los patrocinadores e invitados especiales.

La presentación de la mexicana culminó a la una y media de la madrugada del domingo. Después de ella se subió a tarima Paola Jara. Aún lloviznaba a esa hora de la madrugada.

Cerca de ocho mil personas asistieron al primer evento internacional del año en la Capital Tolimense. La mayoría se quedó en sus puestos a pesar de los dos aguaceros.