1 Mayo 2017 11:09 AM

85 Establecimientos Educativos con Jornada Única, en Municipios No Certificados del Tolima

Alerta
Tolima

La gobernación del Tolima, a través de su Secretaría de Educación,  hasta la fecha ha logrado implementar la jornada única en 85 de los mil 879 establecimientos educativos, urbanos y rurales que operan en los 46 municipios no certificados (excluye a Ibagué). Esta cifra implica que está  en la mitad en su propósito de cumplir la meta del 10 por ciento de cobertura de la jornada única establecida en el del plan de desarrollo departamental, para el cuatrienio de Oscar Barreto Quiroga. La meta es llegar a 188 establecientes educativos, entre  las 213 instituciones educativas y las mil 879 sedes que funcionan en el Tolima para prestar el servicio educativo en las zonas urbanas y rurales.

Se puede afirmar que existe la opción de cumplir lo programado. Pero hay algunos asuntos que llaman la atención. Son 22 los municipios donde la jornada única está en marcha, es decir, falta que esto ocurra en los 24 restantes.

Hay municipios que han superado la cifra de cinco establecimientos educativos con jornada única de Ibagué. Ellos son Rovira donde ya operan 15, Carmen de Apicalá siete de los 8 establecimientos educativos existentes allí; Espinal con 8 y Alpujarra con 5. Pero en el otro extremo está el caso de Chaparral, el tercer municipio con alta población estudiantil, donde ningún establecimiento educativo la ha implementado y esto ocurre también en Mariquita, Coyaima, Ortega  y Rioblanco, entre los 24 municipios donde no hay jornada única, hasta ahora.

El coordinador de jornada única en la Secretaría de Educación Departamental en  la  dirección de cobertura escolar, es optimista en cuanto al éxito de esta estrategia o programa y dice al respecto: “Este programa se convierte a partir del año 2016 en una política educativa que transformará a largo plazo a  todas las Instituciones Educativas en jornada única , de acuerdo al decreto nacional 501 de 2016. Para lograr su éxito implica un esfuerzo, económico, laboral y sociocultural desde lo nacional, regional, local y familiar, lo que implica transformar las políticas en la prestación del servicio educativo, a través de las diferentes variables de la canasta educativa que obliga articular de manera eficiente, eficaz y oportuna los recursos del sector educativo de la Nación, de los Departamentos, los municipios y de las mismas Instituciones educativas.

Para superar los obstáculos permanentes en la búsqueda de una educación con calidad, la jornada única  debe articular cuatro componentes esenciales como son: la Alimentación Escolar, la Planta Docente, la Infraestructura y el Proyecto Educativo Institucional, lo que conlleva en todo caso y en todo momento, que el sistema de contratación estatal, el sistema de ampliación de planta de personal docente y administrativo, el mejoramiento de infraestructura y las nuevas exigencias pedagógicas, se armonicen permanentemente con las calidades, cantidades y cualidades oportunas que blinden la calidad de la educación que merecen los niños, niñas y jóvenes de ésta época”.

DILEMAS QUE CREA LA JORNADA ÚNICA

Tal como ocurre cuando se emprenden estrategias de acción o programas educativos nuevos, hay opositores y defensores de la jornada única. El gobierno nacional ha propiciado muchas dudas sobre el éxito de esta estrategia dirigida a mejorar la calidad educativa, incrementando el tiempo de trabajo académico de los estudiantes y focalizando ese tiempo adicional en áreas claves del plan de estudios como la Matemáticas, el Lenguaje, las Ciencias Sociales y el Inglés.

El gobierno nacional inicialmente creó la expectativa de cubrir en cuatro años , el 60 por ciento del déficit de aulas existente en el país.

Se habló de mil 500 colegios nuevos, de un “colegio 10” en cada municipio, colegios que tendrían características excepcionales con biblioteca, comedores y cocinas, aula múltiple, zonas  administrativas , sala de profesores, áreas de recreación y deportes, conectividad, baterías sanitarias y servicios generales, laboratorios de física ,  química e inglés; sala de profesores  y aulas de clase equipadas.  Todo un sueño, que creó una inmensa expectativa.

En los 47 municipios del Tolima no se habla de estos “Colegio 10”, porque además el gobierno ya no tiene tiempo para cumplir esta promesa.  Poco a poco, los recursos nacionales para jornada única han venido disminuyendo. Ya se habla poco de recursos para infraestructura escolar nueva, en las últimas convocatorias se pide a cada institución educativa que cumpla requisitos básicos en cuanto a ello, los recursos para alimentación han decrecido drásticamente, la remuneración que se paga por horas cátedra a cada docente es bastante baja,  el componente pedagógico marcha a pasos lentos.

Todo ello genera  incredibilidad, dilemas y dudas en cuanto a la adopción de la jornada única, obligatoria según la ley 115 y el decreto reglamentario 501 de marzo de 2016.  Ya se comenzaron a oir las voces de oposición.

La hermana directora de la institución educativa Santa Ana de Mariquita, Ana Isabel González Botía, es uno de los directivos que no cree en la jornada única y dice al respecto:

“Me  gustaría  que se pudiera hacer con la  Secretaría de  Educación y los rectores un foro  o no se qué , un  anális de fondo, porque generalmente  cuando nos cita  la  secretaría  es para darnos cifras  frías que  ya  las  tenemos  en nuestras Instituciones. Pero  hay  una  serie  de variables  . Por  poner  algunas , falta de maestros nombrados desde  comienzo  de año y  no  a mitad de año ,  falta de capacitaciones , falta de seguimiento y  compromiso de la  Secretaría  de Educación  , falta  de recursos, asesorías por  gente competente , materiales  , recursos  , alimentación escolar, etc. Personalmente  no  creo  en la  jornada única  mientras  siga  como  va  , más  de lo  mismo”.

La rectora de una de las instituciones educativas con jornada única Diana García, de la Real Campestre del municipio de Fresco, exclama:

“Lo que nos prometieron para desarrollar la jornada lo está incumpliendo el Gobierno Nacional”, Diana García, rectora de la institución”

El Sindicato de Maestros del Tolima, por su parte, también ha dicho que apoya la jornada única “pero no así”, lo dice la líder sindical Lucy Astrid Arciniegas:

“No le han invertido a este proyecto los recursos necesarios para implementar una verdadera jornada única, porque la mayoría de instituciones no cuentan con restaurantes escolares, no tienen la infraestructura ni los recursos necesarios. Ni mucho menos hay maestros nuevos para la jornada de la tarde”.

luiseduardochamorro10@gmail.com